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| Alarico siendo enterrado. Leutemann (1895) |
Alarico I nació en una fecha indeterminada entre los años 370 y 375 y fue proclamado rey de pueblo godo en el año 395. Durante estos primeros años de liderazgo combatió a favor y en contra del entonces divido imperio romano. Los emperadores de oriente y occidente, Arcadio y Honorio, y sus tensiones por la ambición de controlar la totalidad del imperio favorecieron el fortalecimiento y la financiación de los ejércitos de Alarico.
El pueblo godo luchaba a la manera germana, cosa que Roma no dominaba. Esto unido a la formidable esencia guerrera (se calcula que el su ejercito contaban con un 25% de la población), hacía de Alarico un gran aliado cuando se contaba con su ayuda, y un serio problema cuando se enfrentaban a él. Eran considerados por los romanos como los bárbaros mas civilizados
Nómadas desde generaciones atrás, la mayor ansia de Alarico era tener una tierra para su pueblo. En el año 400, tras tensiones con el emperador Honorio se decidió a entrar en la península itálica, pero fue rechazado por las huestes de Estilicón. Años más tarde regresó y situó la ciudad de Roma bajo asedio. Exigió un pago de 5.000 libras de oro, 30.000 de plata, 3.000 de pimienta y 4.000 piezas de seda. Roma no daba crédito a lo que estaba ocurriendo, y pagó sin oponerse, además en esta visita también se llevó consigo a Gala Placidea, hermana del emperador.
Pero sus ansias de un territorio no fueron satisfechas por Honorio, así que finalmente entró en Roma, y la saqueó durante seis días. Ordenó a sus soldados respetar los monumentos y los templos cristianos, ya que en el fondo soñaba con controlar el imperio, pero la ciudad fue totalmente saqueada.
Pensó entonces en tomar el control del norte de África, despensa del imperio de occidente, pero la empresa se tomó demasiado complicada (su flota se hundió en una tormenta).
Entonces, lo que ningún romano había conseguido, lo hizo la malaria. Alarico murió de forma repentina. Corría el año 410. Sus generales no querían que Roma profanase el cadáver de su caudillo. Aprovecharon el cauce del río Busento, cerca de Cosenza. el cual desviaron mediante un muro de contención (construido por esclavos). Enterraron a Alarico con su gran tesoro, rompieron el muro y el río volvió a su cauce. Los esclavos que participaron en la construcción fueron pasados a cuchillo. Y la tumba de Alarico permanece oculta desde entonces.
Foto: Wikimedia Commons.
