Los perros antitanque

Es sabido que los tanques alemanes eran toda una pesadilla para URRS durante la segunda guerra mundial. Los soviéticos, por lo general muy imaginativos, estudiaron una nueva opción barata y segura de defenderse, los perros antitanque. 

Comenzaron a entrenar cachorros dejándoles comida debajo de los tanques. De tal modo que cuando los soltaban corrían a toda velocidad a meterse debajo de estos. La intención era llegado el momento, colocar una carga explosiva al perro en el lomo, de tal manera que al introducirse este bajo el tanque enemigo explotase. Lograr que el estallido se produjese debajo del tanque enemigo era muy importante, ya que así la explosión atacaba la parte menos blindada, y por lo tanto más débil del Panzer nazi.

El resultado es discutible, pues aunque se sabe que tuvieron éxitos, pero no siempre fueron eficientes, ya en algunos casos no distinguieron entre tanques amigos y enemigos, o simplemente, salían huyendo asustados. Lo cual no dejaba de ser un problema, ya que seguían estando cargados con explosivos.

Los alemanes por su parte, intentaban disparar a los perros con las ametralladoras, pero al ser un objetivo relativamente pequeño y muy rápido eran difíciles de derribar. Pasados los días simplemente disparaban a cualquier perro que viesen alrededor, ya tuviera bomba o no, y si alguno se acercaba intentaban (y probablemente lo conseguían) ahuyentarle mediante lanzallamas.

Sirvan estas líneas como homenaje a esos pobres animales que perdieron su vida, como tantos hombres y mujeres, en una guerra.