martes, 18 de enero de 2011

Thomas Midgley, y sus invenciones químicas


Quizás este nombre no te sugiera nada, pero sus dos descubrimientos más notables pueden considerarse cuanto menos, desafortunados para el planeta y la humanidad.
Pese a que en el año 1911 se graduó en ingeniería mecánica, su carrera estuvo ligada a la química, y fue en este campo, donde cosecho los éxitos por los que fue laureado en su día.
Su primera gran “aportación” fue la de añadir el plomo a la gasolina. Mientras trabaja para la General Motors, descubrió que el rendimiento de los motores mejoraba gracias a este aditivo. El resultado es conocido, se estandarizó el uso de plomo en los carburantes y millones de vehículos estuvieron arrojando plomo a la atmosfera durante décadas.
Ya se sospechaba de los problemas para la salud que acarreaba el plomo, aunque Midgley se afanaba en ocultarlos. Se tiene constancia de los graves envenamientos que sufrieron los trabajadores que lo manipulaban. E incluso el propio Midgley sufrió consecuencias médicas que siempre trato de encubrir.
Su segundo desafortunado descubrimiento fue el de los gases CFC o (clorofluorocarbonos). A día de hoy se sabe que estos gases son los principales causantes del agujero en la capa de ozono. Los creó (con buena intención) para sustituir los entonces gases nocivos de los refrigeradores, ya que los gases CFC no son tóxicos para los humanos.
Murió estrangulado por un diseño propio que había hecho para su cama, el cual había creado por motivos de salud y que se suponía que le ayudaba a levantarse. Tenía 55 años. Y dejo el mundo convencido que los CFC eran una grandísima invención.
Se dice de él que "Tuvo más impacto en la atmósfera que cualquier otro organismo en la historia de la Tierra".

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Copyright © Ojeo Historia. Template created by Volverene from Templates Block
lasik surgery new york and cpa website solutions
WP theme by WP Themes Expert

Blogalaxia